Toda persona tiene los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen o social, posición , nacimiento o cualquier otra condición.
¿Acaso es este derecho respetado siempre?
Elegí este tema ya que me parece muy importante hablar sobre él. Me parece injusto poner a alguien en una situación de discriminación, es algo con lo que no me he sentido identificada, sin embargo, es algo que afecta a todos por igual.
La discriminación tiene muchas ramas, si es que se le puede llamar de ese modo.
La gente hoy en día puede ser discriminada por muchos factores que en lo personal se me hacen absurdos, como por ejemplo: la religión, el aspecto físico, forma de pensar, preferencias sexuales, gustos en general, situación económica, etcétera.
Y es que en la actualidad, la gente se deja llevar por los perjuicios, que mayormente son impuestos por su propia religión. Pero, ¿Qué Dios discriminaría a alguien por los factores antes mencionados?
Las personas de mente cerrada buscan que los demás lo sean también. Buscan que todos piensen igual y sean como robots sin pensamientos propios.
Como había mencionado antes, existen muchos tipos de discriminación. A continuación les presentaré algunos:
10 Tipos de Discriminación (lo más típico):
“Ah, debe andar con el período”: lamentablemente hombres y mujeres usan esta frase peyorativa para descalificar a una mujer que se encuentra, por ejemplo, haciendo un reclamo, etc. Asumir que la única razón de sus actos se debe a que “sus hormonas andan locas”, es discriminatorio.
-“Es solo la secretaria”: no es extraño escuchar a alguien que use esas palabras u otras parecidas, lo que hace es dar a entender que es un cargo que no necesita de mucha preparación.
-Hablarle a la nana como si fuera una niña: cambiar nuestro tono y ritmo de voz para hablar con una nana, es como si pensáramos que de otra manera no podrá entendernos.

-Gritarle al cajero, pero hablarle en otro tono al jefe: es muy sencillo reclamarle con malos modales al cajero, y cuando llegue el jefe cambiar el tono. En el fondo lo estamos discriminando por su trabajo.
-Atender primero o mejor al que está “mejor vestido”: son usuales las discriminaciones por lo que vestimos. Se discrimina a quien viste ropa que creemos es “más pobre”, o por su estilo, de hecho, mucha gente tilda de delincuentes –o sospechosos- a gente por este motivo.
-Discriminar al que viaja en transporte público: en el fondo hace suponer que son inferiores porque no tienen un auto para ir al trabajo. Incluso cuando no tomamos en consideración todo el tiempo extra que le significa a alguien viajar en micro y metro, muestra que no estamos siendo empáticos con una realidad de muchos chilenos.
-Reírnos de alguien que dice “sh” en vez de “ch”: u otros ejemplos de pronunciación. El solo reírnos implica creer que estamos en una posición superior.
-Asumir que en una reunión de trabajo el café lo debe servir una mujer: aunque ella sea una gerenta… Implica que consideramos que “el deber” de la mujer es servir.
-Tratar de tú: a veces cuando tratamos de “tú” a una persona, es para demostrar que trabaja para nosotros, que tiene trabajos que consideramos “menos importantes”, etc. Ojo cuando con el tú estemos
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Al reflexionar un poco más y ponernos en el lugar de la persona discriminada, podemos darnos cuenta de que no es una situación agradable.
La regla de oro dice: no hagas lo que no te gustaría que te hagan a ti.
¿Te gustaría ser discriminado? ¿O preferirías vivir plenamente sin miedo a ser tu mismo?
¡Afuera los prejuicios! ¡Seamos gente de mente más abierta! No dejemos que cambien nuestra forma de ser y de pensar, tan solo seamos tolerantes y aprendamos a respetar y a aceptar a todos los que nos rodean sean como sean.
Para reflexionar: http://www.youtube.com/watch?v=2QabixjMJhg
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