Ciberacoso: una problemática como sociedad del conocimiento.

Por: Abril Canto Tec 1°F
A continuación presentamos un tema de gran importancia para la sociedad de hoy en día.
Sociedad que se ve grandemente influenciada por la tecnología, el internet y sobre todo: las redes sociales.
Elegí el tema del ciberacoso porque me pareció que era un tema que debe tratarse con regularidad, ya que es algo que ha estado afectando a los adolescentes desde hace un tiempo y por supuesto, existen personas que no tienen idea de qué se trata esto, o peor: han sido parte del ciberacoso sin siquiera darse cuenta.


Es cierto que gracias al internet podemos adquirir grandes conocimientos, conocer personas de distintas partes del mundo, etcétera; y todo con un simple clic. Pero como todo, el internet  también  tiene desventajas. Una de ellas es el ciberacoso o ciberbullying.
El Ciberacoso (también llamado cyberbullying por su traducción al inglés) es el uso de información electrónica y medios de comunicación tales como correo electrónico, redes sociales, blogs, mensajería instantánea, mensajes de texto, teléfonos móviles, y websites difamatorios para acosar a un individuo o grupo, mediante ataques personales u otros medios. Puede constituir un delito penal.
Ésta forma de agresión consiste en atacar a una persona por medio de redes sociales, correo electrónico, etcétera; utilizando la información que éstos les proporcionan.
Buscan intimidar a las víctimas para obtener algo, o simplemente por diversión.
Normalmente, los agresores utilizan cuentas anónimas o con nombres falsos para evitar que alguien obtenga su información o los reconozca. Por lo cual se dice que el atacante muestra cobardía.

A continuación les presentaremos las características del ciberacoso:
  • Requiere destreza y conocimientos sobre Internet.
  • Falsa acusación.
  • Publicación de información falsa sobre las víctimas en sitios web.
  • Recopilación de información sobre la víctima.
  • A menudo monitorizarán las actividades de la víctima e intentarán rastrear su dirección de IP en un intento de obtener más información sobre ésta.
  • Envían de forma periódica correos difamatorios al entorno de la víctima para manipularlos.
  • Manipulan a otros para que acosen a la víctima.
  • El acosador puede trasladar a Internet sus insultos y amenazas haciendo pública la identidad de la víctima en un foro determinado (blogs, websites), incluso facilitando en algunos casos sus teléfonos, de manera que gente extraña se puede adherir a la agresión.
  • Quizá acuse a la víctima de haberle ofendido a él o a su familia de algún modo, o quizá publique su nombre y teléfono para animar a otros a su persecución.
  • Falsa victimización.
  • Ataques sobre datos y equipos informáticos.
  • Sin propósito legítimo.
  • Repetición
  • Desamparo legal de estas formas de acoso, ya que aunque cierren una Web con contenido sobre la víctima, puede abrirse otra inmediatamente.
  • Es un modo de acoso encubierto.
  • Es un acto de crueldad encubierta.
  • El acoso invade ámbitos de privacidad y aparente seguridad como es el hogar familiar, desarrollando el sentimiento de desprotección total.
  • El acoso se hace público, se abre a más personas rápidamente.
  • No necesita la proximidad física con la víctima.

Por supuesto tiene consecuencias de gran magnitud: Los efectos secundarios de la violencia sistemática (ya sea psicológica, física o sexual) de páginas difamatorias, suelen incluir, en la mayoría de los usuarios agredidos, estrés, humillación, ansiedad, ira, impotencia y fatiga; y, aunque en pocos casos se han presentado enfermedades físicas, en gran parte de estas situaciones el individuo acosado tiene una enorme pérdida de confianza en sí mismo.
La consecuencia a largo plazo más importante es el suicido.

Un gran ejemplo de esto es la joven Amanda Todd, quien gracias a las burlas y a los problemas, recurrió al suicidio para acabar con todo ello.
Esta nueva forma de bullying, como ya hemos visto, es igual de común y peligrosa que cualquier otra. Por ello, es necesario establecer límites y actuar ante esto.
Podemos no ser atacantes o víctimas, pero podemos ser testigos y ni siquiera habernos dado cuenta.
Ser testigo y no hablar al respecto significa ser cómplice.
No seamos parte de un delito. Actuemos.

En caso de ser víctima, es necesario hablar con alguien de confianza y tratar de hallar una solución. Y si por el contrario, no es posible hallarla, lo ideal es consultar a una autoridad para que ésta se haga cargo del problema.

Les dejamos un video para reflexionar...

¡Pongamos un alto! ¡No al bullying!



Fuentes: http://stop-ciberbullying.blogspot.mx/
http://es.wikipedia.org/wiki/Ciberacoso

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